30 de abril de 2011

Teatro para los marginados

William y Kate: la telenovela de la temporada.

Teatro para marginados


En la mañana de hoy dos mil millones de personas sintonizaron sus televisores y ordenadores para presenciar el evento que han llamado de la década. Un millón de británicos se lanzaron a la calle para celebrar la boda del Príncipe William y Katherine Middleton.


En tiempos de austeridad, así declarados por el partido conservador, los contribuyentes británicos ofrecieron $30 millones a los nuevos cónyuges de la casa real. ¿Qué recibe el pueblo inglés? Un esparcimiento que los saca de su enajenación.


El teatro y el rito han sido fundamentales en nuestro desarrollo como civilización. Sófocles y Eurípides escribieron tragedias que tuvieron audiencia en la Grecia clásica. Los romanos organizaban llamativos espectáculos en sus anfiteatros. La tradición caballeresca se inició en el feudalismo y se ha presenciado de nuevo en Westminster Abbey hoy.  La novelística de este género enloqueció a Don Quijote y ha envuelto en frenesí al mundo entero en estas últimas semanas.   

Los elaborados ritos que presenciamos son parte de una tradición caduca que asegura en el poder a una acaudalada dinastía. Se afanan por mantener sus propiedades, su status, su mundo de encanto y hadas que hasta hace poco les hacía exentos de impuestos. Guardan con cautela los protocolos que le aseguran su existencia y garantizan la suma de $13 millones anuales del fisco.

El culebrón (telenovela) que el público ha seguido ensimismado no ha sido más que el premio gordo para los monopolios mediáticos. Con situaciones serias en Estados Unidos, un problema nuclear en Japón sin solucionar, un escape de prisioneros sintomático del desastre en Afganistán, el desempleo en España, el descalabro financiero en Portugal, la emigración a Europa, todo ha parado, se ha congelado y los periodistas así llamados serios, babeados, se han trasladado a Londres a admirar un rito obsoleto, embebidos por el mito.
¡Bien que estamos! 

Nuevo formato para Tinta y Veneno:

http://www.youtube.com/watch?v=8QMk2rjxeIk

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19 de abril de 2011

Ochún se fugó de Cuba

Los Muñequitos de Matanzas, autenticidad por proximidad al mayoral blanco 
UNA PRIMERA VERSION FUE PUBLICADA EN TUMIAMIBLOG.COM
AGRADECEMOS A NUESTROS COLEGAS
Ochún se fugó de Cuba

Rumbo a Nueva York, los Muñequitos hacen escala en Miami

¡Cuba Sí! es un festival que lleva a la Gran Manzana músicos y artistas de Cuba sin preocuparse por la reciprocidad. Los promotores que se afanan por el intercambio cultural –unidireccional- no aseguran plaza en la isla para los escritores, catedráticos o artistas de la diáspora. En la junta directiva aparecen comisarios político-culturales como Alicia Alonso y la Fundación Ludwig de La Habana.  El “dayketing”  aprovecha el acontecer y lo rentabiliza, prioridades lucrativas tras pantallas de apertura. Mercadear los músicos y las artes plásticas cubanas es “dayketing” que se sirve de la situación política (melodrama) para la promoción: el constante estado crítico en las relaciones bilaterales y el bloqueo. Con el tiempo, los empresarios han logrado una diferenciación de su producto y una percepción en el mercado de valor monetario, inversión con posibilidades de gran rendimiento financiero, “status” y exotismo que confiere el consumo de su producto o asistencia a sus eventos. Los organizadores han manejado hábilmente la publicidad gratuita a través de instituciones académicas, fundaciones y prensa afín. Muy a pesar de la aparente sensibilidad política, las agencias culturales primermundistas perpetúan los mismos patrones de explotación imperialista con los creadores y músicos cubanos. Nada ha cambiado los nexos entre la supremacía  capitalista y la colonia sólo que el imperio se disfraza de filantropía e ideales progresistas: Rockefeller Brothers Fund (sí, la familia que destruyó el mural de Diego Rivera), galerías, casas disqueras y the Ludwig Foundation.

Integra la oferta de ¡Cuba Sí! un concierto de Los Muñequitos de Matanzas el 5 de mayo en Symphony Space. Como parte de su gira estadounidense, la agrupación hizo escala en el miamense Arsht Center of the Performing Arts.

Ochún se fugó en balsa y se baila con mayor acierto, garbo y apostura en cualquier casa miamense. Con una Ochún “período especial” los Muñequitos de Matanzas brindaron la versión criolla de los Jackson 5 haciendo “tap dancing” bajo el nombre de “tap-rumba”. Trocaron a Cuba y su rumba proletaria por la metrópoli yanqui.

El grupo que en el año 1952 fundaran Catalino, Saldiguera, Virulilla, Chachá, Goyito y otros en Matanzas, se especializó en la filogenia de la rumba: columbia, yambú y guaguancó. Desde sus orígenes, los Muñequitos se nutrieron de abakuás, hermandad secreta carabalí de la tribu Efik entre Nigeria del Sur y Camerún. Su deidad principal es Abasí. Tendrían que esperar hasta el 2005 para que el Ministerio de Justicia cubano diera sanción oficial a la confraternidad. Diosdado Ramos, director de la agrupación musical es sacerdote de Ifá. El panteón y ritos de los abakuá originales (más allá del grupo secreto) no son yoruba. Es obvio que para cada práctica representada el sábado se requiere un tipo de tambor, una casta sacerdotal con labor magisterial, un baile y un ritual específico. “Omó abusayé osha ano”, dirían los mayores. The San Francisco Chronicle y El Nuevo Herald que han escrito sobre la nueva programación, desconocen o pasan por alto estas diferencias.   

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Una foto de Los Muñequitos de Matanzas en 1955

La primera parte del programa “Homenaje a los ancestros” comenzó con una invocación a sus muertos, punto en común para las tradiciones que dijeron aglutinar en el programa: Orishas, Palo, Abakuá y Arará. Un tipo de impactante Te Deum, hizo síntesis en alabanza a las deidades supremas cristianas, congolesas, carabalíes, yorubas y dahomeyanas. Se pidió protección de los espíritus para cada miembro del grupo. Dieron entrada a Elegguá, niño travieso que hizo bromas al público en platea. Un conjunto artístico mayormente masculino captó a Oggún a la perfección. Su fuerza áspera, la asociación con los metales, el trabajo y el derecho al sacrificio (con el cuchillo) se transmitieron con convicción.

En tres etapas se lleva a cabo el baile a Ochún: en la primera se representa a la diosa en el río, bebiendo agua, en la segunda, con saya abierta, muestra belleza y altivez, respondiendo al llamado del canto y simulando remolinos, en el último ciclo, ya en crescendo, se crea un rejuego entre el canto, el tambor y la danza. Desde el vestuario hasta la energía sensual, zalamera, el ritmo de los hombros (épaulement), el port de bras, la majestuosidad, fueron de triste mediocridad en la presentación del sábado.

Hay sutilezas que se escapan a ese público que asiste por “political correctness”. Changó tiene dualidad masculina y femenina. El grupo de baile supo mostrar el elemento marcial del guerrero de hacha doble pero también la fuerza telúrica primordial femenina.

El forte de Los Muñequitos está en sus raíces abakuá. La representación de sus antepasados son los Iremes, conocidos por “diablitos”, entidades que ni ven ni hablan. Un morúa que lleva en sus manos el erikundi los trae a escena. Un tambor sagrado, encrícamo, les llama. Los diablitos purifican su camino y se comunican por sus movimientos y el sonido de sus campanitas enkaniká. A nivel musical, dramático, escénico y de danza, el segmento de los Iremes tuvo energía electrizante, efectividad extraordinaria. Se respiró autenticidad. La música y atmósfera conducían al encanto. El ritmo contagioso y el atuendo explican el uso de los diablitos en los carnavales. Fueron también objeto artístico en la plástica modernista cubana en manos de Portocarrero.

 René Portocarrero, Diablito, óleo sobre tela, 1962. Cortesía Ramón Cernuda, Cernuda Arte. En ese año inauguró la exposición "Color de Cuba", sobre motivos afrocubanos.  ‘Dibujar una máscara’ –dijo Portocarrero- ‘es como estar en culpa con el reino de la risa y el llanto’.  Guy Pérez Cisneros vería en el pintor el "Atlántico". En el Atlántico de Portocarrero se fundiría el idioma barroco y churigueresco ibéricos, la luz y color insular y las tradiciones africanas que por el Atlántico llegaran a Cuba. 
 

La segunda parte comenzó con una invitación a “divertirnos con dignidad”. La “tap-rumba” para cualquier conocedor del grupo y sus tradiciones es un insulto. El “tap” que puede ser parte de la experiencia afroamericana, dista mucho del métier fundamental muñequístico.

La columbia es fundamentalmente un baile de competencia para el hombre, por ende de gran lucimiento. Dentro del repertorio de los Muñequitos, la pièce de résistance es ver a los mayores bailar el yambú. El animismo, la referencias a los ritos de acoplamiento, el uso del vestuario como parte del código, la elegancia de movimiento y control rítmico soplan nueva vida al clásico que en el grupo es un legado viviente.

 
A los Muñequitos les cayó candanga. Con un último guaguancó algunos del público quisieron unirse al espectáculo. Bongó Quiñongo mostró su gran aptitud para el género. Por no dejar de ser centro de atención, el MegaTV megalómano de dientes ralos, Alexis Valdés, subió a contonearse penosamente, okún kuní, visión espantosa. Tuvieron los artistas que hacer un bis. “Dios me mandó a la tierra pa’ lo malo vencé”. Muñequitos, desde Miami, nueva tierra de Ochún, “oregw”, que les vaya bien, “Oba wó oba tó”.


15 de abril de 2011

En producción el más reciente documental sobre Cuba


UNA PRIMERA VERSION FUE PUBLICADA EN CUBANET.ORG
AGRADECEMOS A NUESTROS COLEGAS.
En producción el más reciente documental sobre Cuba

‘El Último Discurso’, documental brasileño indaga la censura, los bloqueos y el coro de nuevas voces, agentes del cambio

Invasores en zona militar, desde el antropólogo al periodista cometen transgresión. Van armados con preguntas y lentes a territorio sitiado. Habían realizado su penetración exploratoria cuando llegaron a casa cerca de la medianoche. En sus cofres fulguraban tesoros digitales filmados con cámara oculta: la bloguera Yoani Sánchez conversando por las calles de La Habana, Juan Juan Almeida en huelga de hambre, las Damas de Blanco tras un enfrentamiento con autoridades del MinInt. Buscaban una voz crítica, independiente y contestataria. Sin la pedantería de los académicos, repasé a Pablo, el viejito que creció en Bretaña*. Quien controla el territorio lo posee, más que con leyes, con velocidad de movimiento y circulación. Les apunté que un kastro (fortificación o asentamiento) feudal es una mole sin celeridad para reaccionar a la transmisión instantánea de imágenes y mensajes. Adaptando el lenguaje del teórico francés: La Habana está diseñada como una ciudad fortificada “con espacio político para la inercia habitable”. En la isla, sin embargo, ha explotado una guerra: una infoguerra. De un lado, los Camilitos, los reclutas, el MinInt y el MINFAR en caballos y armaduras. Por el otro, Yoani, laptops, la red y los fotógrafos que rodean a las Damas de Blanco.

Se calcula que 4 de cada 100 habitantes de la isla es dueño o utiliza una ordenadora. Sólo el 13% de la población tiene acceso a la red, controlada por el Centro Nacional de Intercambio Automatizado de Información (CENIAI). El estraperlo aumenta esta cifra a niveles incalculables. La actividad de los periodistas y analistas independientes en la red no es exclusivamente para consumo externo si consideramos que son materia de discusión entre la juventud cubana y -con cifras conservadoras- un 8% de la población frecuenta sus sitios.

 Un cable del 20 de diciembre de 2009 hecho público por WIKILEAKS subraya que los blogueros representan “una amenaza mucho más seria” para el gobierno cubano que la disidencia tradicional. Estados Unidos considera que la denuncia de las detenciones y maltratos sufridos por los periodistas es una herramienta política porque representan “un grupo que frustra y asusta al gobierno cubano como ningún otro”. Añade el cable: “La popularidad de los blogueros, que crece como una seta, y la ventaja que llevan a las autoridades en materia de avances tecnológicos, hacen mucho daño al régimen”.
http://www.wikileaks.ch/cable/2009/04/09HAVANA221.html


La organización Reporteros sin Fronteras lanzó un llamado en el 2008 a conmemorar el 12 de marzo como Día Mundial Contra la Ciber-Censura. Quiso contar con el apoyo de todas las naciones e instituciones posibles para llegar a una Red Internet sin restricciones. Tomando en cuenta las excarcelaciones de las víctimas de la Primavera Negra el informe aún coloca a Cuba en mala compañía en cuanto a represalias contra los periodistas: Uzbekistán, Vietnam, Ruanda, Yemen y China.


Según la propia agencia independiente: “La situación en el país no evoluciona mucho. La censura y la opresión son todavía cotidianas para los disidentes políticos y los profesionales de la información.”


Cuba es todavía una nación oral. El periódico oficial, Granma, apenas ofrece dos pliegos. Juventud Rebelde y otras publicaciones tienen escasa circulación. La forma preferida de comunicación es la alocución ante una masa congregada o los partes televisivos y la siempre socorrida “Radio Bemba”. Fijar de forma escrita una memoria colectiva o individual tiene los peligros de la interrogación y la especulación. Divulgar información por escrito sin pasar por los protocolos establecidos –y a velocidad instantánea- es máxima subversión. No es ésta una polis que se mueve al ritmo de PetaFlops (unidad de velocidad de las supercomputadoras). Lo que se transmite deja pasar huellas no-controladas del contexto. Ya en su rol como socio-comunicador, el bloguero independiente se coloca en posición dialéctica, por ende precaria. ¿Cuáles son las reacciones? La coacción a los emisores (amenazas, maltratos, interrogatorios, detenciones), restricción de movimiento (negación de permisos de viaje), campaña de calumnias (blogueros como agentes de la CIA), control de los canales (restricción de la red), intensificar las campañas de imagen sobre el referente (utilizar blogs favorables al gobierno) y evitar la retroalimentación.


Aunque Yoani Sánchez figurara en las páginas de la revista Time, pocos reportan que el gobierno prohíbe sus viajes a recibir reconocimientos profesionales. La bloguera ha sido víctima del maltrato en manos de las autoridades. Guillermo Fariñas, disidente cubano recibió el Premio Sájarov. Su silla vacía fue icónica del bloqueo cubano a las voces independientes. Es detenido a menudo y sometido a interrogatorios.


Traductores y activistas como el gran periodista italiano Giordano Lupi dan a conocer el quehacer del periodismo independiente cubano en la red. Los blogueros operan en castellano, lejos de la lingua franca de los oligopolios mediáticos. “Les guignols de l’info”, (los títeres de la información) están diseñados para maximizar puntaje o sacar el mayor alcance a sus transmisiones, periódicos, libros y folletos adaptándose a las características demográficas de sus receptores. El crecimiento y longevidad de los vehículos de comunicación en masa radican en convencer a las agencias publicitarias que los receptores son el mercado para sus productos. En las grandes empresas europeas y norteamericanas, zarandear la construcción fantástica de Cuba es editorialmente y comercialmente atrevido, para no decir costoso. Dos grupos manejan, maquillan o eliminan de la palestra la problemática cubana:


(1) Aquellos en la “intelligentsia” institucionalizada que consideran a Cuba el último bastión anti-yanqui. La isla es el lienzo donde este grupo plasma sus ideales utópicos. Una labor desmitificadora es siempre titánica. “Les guignols de l’info”, provenientes del mal-pagado gremio periodístico dejan atrás el fastidioso fardo de la imparcialidad profesional cuando el gobierno cubano les paga un viaje y extiende invitaciones a visitar la hiperrealidad Bodeguita del Medio, Plaza de la Catedral, Varadero, Paseo del Prado, ceremonias afro y alguna que otra “cubanalia”.


Durante las Bienales de La Habana u otras actividades culturales la “intelligentsia” como la Fundación Ludwig, la Fundación Rockefeller, grupos universitarios, galerías de arte, coleccionistas importantes y sus séquitos de curadores y críticos asalariados ejercen el neocolonialismo disfrazado de “political correctness”. Citemos un caso concreto: compran arte cubano a precios irrisorios para fines coleccionistas o lucro ya que la mercancía alcanza cifras de reventa a márgenes sustanciales de ganancia. El Primer Mundo ha sido agente de expolio para muchas de las obras del patrimonio nacional cubano. El Fondo de Bienes Culturales es cómplice del holocausto artístico.


(2) Los empresarios ven en Cuba un mercado virgen para sus proyectos de inversión (bienes raíces, puros, ron, hotelería) y un destino turístico a precios risibles para el viajero europeo o latinoamericano de bajos recursos.


El lente europeo y norteamericano padece de racismo y machismo, chovinismo en sus ejes interpretativos.


(1) Cuba es un país hispano donde la situación racial y la pobreza no representa una prioridad editorial para la prensa internacional. Con un 34% de la población negra o mulata, el lente capitalista se enfoca sólo en las piruetas dramáticas del excéntrico caudillo (blanco y producto de una tradición latifundista y privilegiada).


Para los cinematógrafos, fotógrafos y reporteros de viajes o variedades, el gancho periodístico es un país en ruinas. La decadencia despierta morbosidad. La fascinación por las fotos o caminatas por entre edificios en ruinas, los “solares” (cuarterías), las paredes sin pintura, las jineteras exuberantes reafirman valores burgueses. La isla caribeña les hace vivir su aventura en el subdesarrollo. Centro Habana es un Disney de son, mojitos, puros, santería y putería. Para los pobres taxistas italianos, operadores de grúas mexicanos, burócratas anónimos canadienses y choriceros españoles, la inopia cubana les regala un espejismo social, imposible en sus propios países. La enajenación proletaria y los rigurosos esquemas de estratificación y exclusión capitalistas abarrotan los aviones a Cuba, ilusionados van todos de sentirse “señores”.


La música proveniente de un pueblo en la pobreza es asimismo objeto de la explotación a cargo de promotores y casas disqueras primermundistas. El rentable proyecto “Buena Vista Social Club” rescata joyas musicales pre-revolucionarias interpretadas por artistas negros, reflejos de una fotogénica decadencia habanera. Como el Príncipe a Cenicienta, los alemanes les dan vida y los llevan a Palacio.


(2) Cuba se ha vuelto un lugar para el “eroturismo”. La situación de la mujer cubana, la prostitución aún de las jovencitas, la carestía que enfrentan se ha descrito por la periodista colombiana Silvana Paternostro “Communism versus Prostitution” publicado por The New Republic no es de interés a los países predadores. El gobierno machista y proxeneta es cómplice al servirse de las jineteras como fuente de divisa y atracción turística. Las empresas de viajes en el mundo capitalista se aprovechan (colonialistas al fin) de esta situación para incluir la belleza de la mujer cubana como parte de sus “packages”.


Castro ha creado en Cuba un Κάστρο (kastro), del que no se sale o entra -bloqueado- así sea el bloqueo yanqui su patológica obsesión. Su isla está aislada de los artistas e intelectuales vedados por el régimen, como de los libros, música y prensa censurados. La red está controlada. ¿No sigue Alan Gross bajo arresto por llevar equipos de comunicación? Como los emperadores chinos, Castro castra a sus ministros y cuanta posible amenaza improvisa su fértil paranoia. De tal suerte se salvan las concubinas o jineteras en venta a los extranjeros.


A mi casa los osados cineastas no llegaron escondidos ni con equipo oculto. Quisieron ventilar el tema de la censura en su filme El Último Discurso. Les ofrecí un jerez Oloroso y hablamos sobre la red como instrumento de cambio. La Habana no será el sitio de la Revolución del Jazmín ni del Nilo ni aún de la mariposa, flor nacional cubana. ¿Podrá ser la Revolución del Gladiolo por el arma que enarbolan las Damas de Blanco? La mujer –hube de confesarles- tiene que saltar al liderazgo de todo cambio. El machismo y el protagonismo falocéntrico, riflecéntrico, caudillista cubano agotaron toda posibilidad de transición a una sociedad civil. Los líderes de la disidencia y de la apología, andan todos armados de falos contemporáneos: el lente y el micrófono.


La producción El Último Discurso no se propone trazar la ruta al apocalipsis. El interés de los productores no cifra las coordenadas cronológicas del último sermón en la Plaza Revolución. Los cineastas, aquella madrugada en casa investigaban el cambio retórico que ocurre en Cuba. Las bases de un lenguaje, sus categorías, sintaxis y parámetros se unen a los ritos e instituciones que sostienen un sistema sociocultural. Yoani y los blogueros arrancan a la hegemonía lugares de autonomía donde se trabajan cambios radicales. Allí sientan las bases para el nuevo discurso. Allí en la red y en los laboratorios de la “Generación Y” pensante está el futuro de la nueva cultura cubana.

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*Parte de mi rebelión ante los parámetros exclusivistas de la clase académica es evitar mencionar el nombre de los filósofos de moda, los neologismos y las palabritas del momento como “narrativa”, “discurso”, “debate”, “coyuntura”, “deconstrucción”. Al escribir o hablar a un público general, estas prácticas son tan excluyentes como los sistemas jerárquicos basados en pedigrí o capital.