31 de julio de 2011

'Miami Vice': Laberinto de Pasiones

Laberinto de pasiones - Agere contra!

'Miami Vice': Laberinto de Pasiones
Summis Desiderantes Affectibus (RM)
No caigamos víctimas del sensacionalismo. Pongamos el artículo publicado en Gawker y el The New Times en otro contexto. Propongo algo siglo XVI: “Ejercicios para alcanzar aficiones desordenadas y, con ellas, la soberbia”. Por supuesto que la corrupción, los fondos malversados, las vocaciones perdidas, las faltas al espíritu sacerdotal cristiano no atraen lectores . El gancho editorial es “iglesia cabalística gay”. La primera oración es ya una caricatura. Un obispo corrupto, autoindulgente y negligente se retrata como el cadáver del decadente comediante Dom Deluise. ¡Si supieran que el sobriquet para el pastor de la arquidiócesis era “dos-martinis Favalora”! El odio (¿merecido?) a la institución ofusca el estándar periodístico. 

 La publicación Gawker procuró una copia de Miami Vice, informe detallado  preparado por una abogada sobre la putrefacción en el clero miamense.
Su evidencia:  declaraciones juradas, recursos ante tribunales, registros de propiedad, informes financieros, recibos y el testimonio de fuentes directamente involucradas con los hechos. La diversidad de fuentes inmuniza el documento. No es la labor revanchista del reaccionario Eric Giunta, rechazado del seminario por los curas Sosa y O'Dwyer. El documento es más guión de Pasolini que relato miamense. El comentario general es que el grupo redactor, Christifidelis, es homofóbico. Oso diferir.
Las aventuras del obispo Manuel “Lili” de Arecibo, Puerto Rico y sus discípulos en Miami reflejan el privilegio al que se cree digno la casta sacerdotal. Mantener fondos secretos para comprar apartamentos en Brickell Avenue, para invitar a efebos a cenar, para compartir el título de propiedades sería acto reprochable tanto con hombres como con mujeres. Irrita porque la institución es ferviente abanderada anti-gay. 


Apoteosis de San Ignacio de Loyola a cargo de Baciccio

Hoy, fiesta de San Ignacio de Loyola, no me viene a la mente a Íñigo alzando pesas en Alcalá de Henares o en el Colegio de Santa Bárbara de París, San Francisco Javier y Pedro Fabro de “spotters”. No se me ocurre pensar en los compañeros ignacianos Laínez y Salmerón comprando palazzi en la Roma Farnese. No me imagino a Aníbal Morales y a su novio exhibicionista en bear411 decorando su casa cerca del Gesú con murales de Annibale Carracci. No visualizo a Juan Sosa y a Pedro Corces de misioneros en la India o la China. 

Autoritaria y jerárquica, desde los albores del Medioevo, la Iglesia no responde a regulaciones y normas extra-institucionales. Durante años llamé la atención a John Noonan y al propio Favalora de los abusos del fantoche Padre “Cut-ie” y del nepotismo que caracteriza la administración de Franklyn Casale en la Universidad St. Thomas. La hermana de Franklyn Casale recibía compensación para venir de Nueva York a fungir como directora de galerías. El sobrino de Casale es aún funcionario en la Facultad de Derecho. Mis quejas permanecen sin respuesta.  El responsable a cargo de donaciones en la cancillería -en típico mal gusto miamense-  comparaba conmigo recientemente los hoteles donde pernocta en Roma así como los restaurantes que frecuenta. Ojo que no viaja con la largesse a que me acostumbra mi familia sino, atrevido, con el presupuesto de la Arquidiócesis. Inútil sería preguntarle de los tesoros del Palazzo Barberini o los Caravaggio en S. Luigi dei Francesi o si se ha deleitado con S. Carlo alle Quattro Fontane o el Tempietto. Otro burócrata va a comprar “santos” a España. Mientras tanto, cierran las iglesias en los barrios pobres de Miami.

La orientación sexual de Bernie Kirlin, Bill Hennessey y Richard Pehrla es totalmente irrelevante. La alegada corrupción financiera de la que se les acusa con fondos eclesiásticos y la actitud permisiva Favaloresca sí son en efecto escandalosas. Nos permiten vislumbrar la contradicción y descomposición interna de la Iglesia. Más que lo que hagan estos señores en sus dormitorios, la arquidiócesis ha violado su deber pastoral con los bienes que le son confiados a administrar. No se trata aquí de abuso sexual con menores de edad sino de relaciones consensuales entre adultos que viven una mentira. Lo que escandaliza de Miami Vice es la hipocresía de una institución que por su falta de autenticidad moral, se le debería de someter a un severo escrutinio y administración seglar. Los laicos comprometidos de la diócesis tienen un deber moral de retirar su voto de confianza a esta cloaca donde la gracia y el espíritu están ausentes. 



     

28 de julio de 2011

Inexorable

Los Bermello en el serrallo Azqueta-Fanjul


Inexorable


   
No tienen mucha circulación porque la vanidad de los fatuos de Miami produce l’ennui. Selecta y “De Fiesta” en El Nuevo Herald cumplen una función social por sus asiduos lectores: el FBI, el IRS y el Departamento de Elecciones. En las tardes, cuando se reciben las actualidades policíacas me apresuro a la ordenadora, ansioso: ¿quién pasó de la página social a "noticias locales"?

En algún rincón de la biblioteca casera aparecerá un día el Miami Blue Book. Recuerdo el libro con las familias pioneras y fundadoras, los nombres reconocidos de Coconut Grove, Coral Gables, de los antiguos abogados e inversionistas. Entre los hispanos figuraban los Ferré, los Blanc y los Aguirre. Ese mundo se desvaneció.

Los ochenta, los ciclos económicos, la hispanización del área, las drogas y la urbanización radical rompieron la estabilidad y el diseño del paraíso tropical. Las familias establecidas pusieron pies en polvorosa. 

El gobierno local en manos de los hispanos no ha sido siempre fuente de orgullo. La Doctora Miriam Alonso, Humbertico Hernández, la estelar Natacha Seijas, los debates entre Tomasito y el jefe de la Policía de Miami, Miguel Expósito, sobre las maquinitas, no dejan en buena luz el compromiso moral del sector público miamense. Esta tarde se hicieron públicas alegaciones que el alcalde Tomasito Regalado aceptó donaciones procedentes de cofres extranjeros cortesía de Willy Bermello. El arquitecto es de los que aparece retratado en las páginas de Nora Bulnes y Ana Remos en ese intento de democracia anual a cargo de los Azqueta-Fanjul, circo veraniego en Casa de Campo.

Inexorable como una ley física: en Miami de Selecta a Tinta y Veneno.







 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

20 de julio de 2011

Academia estilo ‘Hola’

El Doctor Patrón con la familia Bush: George W., Laura y Jeb. Ahora es Obamista.

Academia estilo ‘Hola’

Tiene el Doctor Patrón –Presidente del Miami Dade Community College, ahora Miami Dade College- lo que le falta al erudito Richard Levin de la Universidad de Yale: seis o siete empleados en su laberíntico gabinete de relaciones públicas. El departamento cuenta con divisiones de mercadeo, publicaciones, comunicaciones, información pública y relaciones comunitarias.  Dudo que exista en New Haven la magnitud de personal dedicado a semejantes faenas. Los yanquis de Connecticut pensarían semejante burocracia digna de la Casa Blanca. Dudo que sus homólogos en la Florida cobren la jubilación por su cargo y se mantengan en nómina devengando el salario de presidente. Dudo que con apenas tres o cuatro programas de licenciatura a cuatro años otros “community colleges” del estado se rebauticen “colleges”. Dudo que las otras universidades y “community colleges” dediquen una línea presupuestaria a la producción de mini-revistas (mini-Selectas) con el fin de reseñar e ilustrar fiestas de galas con la faux-plutocracia de Miami, los favoritos de la corte patronesca y el súmmum con Laura Bush, actores de Hollywood, Michelle Obama y una histórica imagen que le muestra con Madeleine Albright y Nora Bulnes.   Los comunicados de prensa del “college” (ojo, ya no es “community college”) recogen cuando premio recibe o almuerzo honorífico y reunión presidencial asiste el Doctor Patrón. No es de dudar que pronto se construya un recinto, estilo Carlos Arboleya, para albergar fotos, pergaminos, diplomas y trofeos.   

Es aquí donde se complica la trama. Sin que se notara en El Nuevo Herald, el periódico en inglés reveló que la Asociación Sureña de Universidades y Planteles Escolares (Southern Association of Colleges and Schools) ha reprobado y puso en alerta al Miami-Dade College sobre una posible probatoria o acción contra su acreditación académica. Se alega que la institución no tiene el número adecuado de catedráticos dedicados por entero al magisterio

www.miamiherald.com/2011/07/13/2313456/mdc.html 


Para que quede claro: instamos al lector analizar las conclusiones de  la Junta Directiva de SACSCOC, algo serio:

http://www.sacscoc.org/2011%20June%20Actions%20and%20Disclosure%20Statements/Miami%20Dade%20College.pd . 


Hemos de preguntar al Doctor Patrón: ¿ha revisado usted recientemente la misión de su community college? Reza de esta manera: “As democracy’s college, MDC provides high-quality teaching and learning experiences that are accessible and affordable to meet the needs of our diverse students and prepare them to be responsible global citizens and successful lifelong learners”.  Se traduce: “Como el college de la democracia, el Miami-Dade College provee el magisterio y la posibilidad de aprendizaje asequible y a precios que llenan las necesidades de nuestra población diversa de estudiantes…” Si la prioridad son la enseñanza y la democracia, las galitas tercermundistas, las revistas con fotos, el Festival de Cine, Cultura del Lobo, las estrellas, las fiestas privadas en la Feria del Libro o de la Fundación Miami-Dade huelgan. La Fundación no existe para poner avisos de glamorosos ex estudiantes en autobuses. Su función es recaudar fondos con el fin de contratar catedráticos y no perder la acreditación y por ende las becas federales.

La cultura del Miami-Dade cambió radicalmente con la transición del Dr. McCabe al caudillismo desenfrenado del Dr. Patrón. La empleomanía llama “el bunker” al  despacho presidencial.  Los veteranos le llaman “el Cabo” comparándolo con el dictador Batista. El Sumo Pontífice ya ungido tiene su sucesor, el papable cardenal in petto insípido Doctor José Vicente.  

  
En 1992, tras el huracán Andrew, los votantes del condado aprobaron un aumento del 0.005% en los impuestos sobre las ventas como espaldarazo financiero al Miami-Dade Community College. Este dinero, la ayuda estatal y federal se traducen en becas a cientos de miles de estudiantes. La expansión física de la institución le hace llegar ya al alumnado en Doral y Hialeah. Los recursos han creado también una engorrosa burocracia y un culto a la personalidad del Doctor Patrón. Un estudio de eficiencia, con transparencia, es necesario. No estaría mal comenzar a utilizar el dinero de la empleomanía de la “Oficina del Presidente” y el laberinto de prensa, comunicaciones, publicaciones y relaciones comunitarias, para contratar catedráticos a tiempo completo. ¡Menos fotos y más profesores!      
        
Con Modesto Maidique, que nada tiene de modesto, se produjeron grandes cambios en FIU. La universidad es hoy orgullo para el sur de la Florida. Maidique hubo de permanecer fuera de la prensa rosa y social.

Tomemos como ejemplo a Modesto Maidique. Al llegar a Miami, Florida International University era un conjunto de edificios con buenos profesores. Modesto, aristócrata camagüeyano y Republicano, desconoce la modestia. Su nombre es “Mitch”. Los  inmensos logros en FIU (Facultad de Leyes con nombre desatinado, Facultad de Medicina, profesores reconocidos nacionalmente) fueron producto de estrategias hechas fuera de la prensa rosa y social. He buscado en los archivos de prensa de FIU. Mi investigación no revela la publicación de comunicados Modestocéntricos. No recuerdo a Modesto en las páginas de Ana Remos. Tiene en su autoría libros y artículos académicos sobre política energética y administración empresarial. A su nombre tiene patentes de semiconductores desde su época en California. 

Modesto fue anfitrión del seso-hueco Republicano McCain pero no podemos negar que como producto de MIT y Harvard se comprometió a la libertad y diversidad académica en FIU. Nótese el personal del Instituto de Estudios Cubanos (que rechazara ser comprado por Mas Canosa), la filosofía comunitaria de la Facultad de Medicina y las diversas tendencias jurídicas en esa Facultad de Derecho que lleva el nombre del Ministro del Interior de un dictablando cubano. Aún de presidente pudo continuar sus investigaciones con un equipo de Harvard y colaborar en el “bestseller” Energy Future.
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 Una foto con Hillary Clinton, la otra con Eva Longoria
, estrella de culebrones


El liderazgo se muestra en las reacciones a las crisis. Como respuesta a las noticias publicadas en el Miami Herald, recibo un comunicado del Miami-Dade. Me remite a un artículo titulado “Man of the Moment” (“El hombre del momento”), un perfil del Doctor Patrón   http://www.mdc.edu/main/images/Diverse.opt_tcm6-50695.pdf Por supuesto que no se trata del Chronicle of Higher Education. En la portada aparece retratado el Rex Sacrorum. Lo mejor aguarda en el contenido: una foto con Hillary Clinton, la otra con Eva Longoria, actriz de culebrones. ¿Queda algo por decir?


19 de julio de 2011

Grande fête à Versailles


Grande fête à Versailles

La historia de la santiaguera familia Valls repite el esquema establecido por la comunidad cubanoamericana: arduo esfuerzo, visión empresarial y éxito financiero. Felipe Valls pére visita a diario su icónico Versailles, lugar de rigor para políticos locales y candidatos presidenciales. Con el café, las croquetas y la deliciosa yuca frita se toma el pulso a la ciudad.

Una combinación de factores (Felipito, Jaime, mi hermana, Omer y los Juanjuanes) me llevó con gusto a la fiesta celebratoria por cuatro décadas versallescas. Más que un restaurant, la esquina de la Calle Ocho y la Avenida 36 es un templo del exilio donde se hacen peregrinaciones laicas, se viven alegrías, penas, esperanzas y se ritualiza la cólera. El organizador (República) pudo haber realizado una labor más concienzuda.

La prensa que cuenta por fundamento, sensatez y difusión (la norteamericana e internacional) utiliza el poder de convocatoria chez Valls. Los prejuicios típicos pasaron por alto (menos en The Washington Post) la historia de una familia que puso su empeño en una empresa nada glamorosa.  Con el tiempo la convertirían en un importante foro político y en sitio de tertulia, el Mortimer’s del pueblo. La agencia República no trajo ni a NPR o PBS para hacer análisis como un refectorio se transforma en la anti-Plaza de la Revolución. El Wall Street Journal, diario conservador con periodistas cubanos, brilló por su ausencia. Lo propio puede decirse de Fox News.

Felipe y Felipito se han convertido en los Estefan de la industria restaurantera. Gloria y Emilio han utilizado su conexión con la Casa Blanca Obama para abogar eficazmente por el grupo Damas de Blanco. Si los Valls prefieren una línea partidista conservadora en su celebración, República podría asegurar la presencia de Jeb Bush, Al Cárdenas, Dave Bitner, Sharon Day o Reince Priebus. Estuvo, sin embargo, el Anticristo Rick Scott quien quitó $300.000 al Centro de Actividades de la Pequeña Habana. ¿Hubo mención en alguna transmisión seria conservadora norteamericana sobre la ejemplar familia Valls? Plasencia y compañía garantizó Selecta y El Nuevo Herald. Bostezo provoca. Todavía no me explico cómo República seleccionó de anfitriona a la veterana Ninoska vestida con blusita de playa. Por supuesto, Andrés Asión (vendedor de bienes inmobiliarios) y la Latinalia intrascendente fumaban puros en la puerta, “robando cámara”.

Tiremos un vistazo al formulario artículo de Aida Levitán en El Nuevo Herald.  Su miopía no alcanza a explicar la diferenciación e identificación de marca: ¿qué hizo diferente el Versailles del Casablanca, La Esquina de Tejas y otros restaurantes que son ahora sólo recuerdos? Es más, lo que describe es lo mismo que repele a los cabecillas del Partido Republicano. La versión kitsch del château en Île de France da espacio con generosidad a Bill Clinton pero también a los señores de tercera edad, Medicare y Plan 8. Al palaciego establecimiento de Miami van figuras del ancien régime, familias hidalgas y esbirros batistianos. Comparten sitio con figuras del G2 y los CDR’s, ahora militantes conservadores de línea férrea. Esa democracia hispana -¡en un sitio en la Calle Ocho!- es enigma y anatema para la élite blanca Republicana.  

Fue una fiesta de contrastes. Patricio, con su blanca cabellera y gentil sonrisa, allí sentado Don Horacio Aguirre, testigo imperturbable e impoluto de todos los escándalos y vaivenes del Miami Trash. Del otro lado el famoso camarero Huberto Mario (http://www.youtube.com/watch?v=ACSy-bOqgAw) narrador-comentarista deportivo de radio Guamá, en Pinar del Río y destacado por la prensa revolucionaria cubana en Venezuela.  Los Valls le dieron refugio y trabajo para que luego insultara a la comunidad gay a través de las cámaras de “María Elvira Live”. En aquella democracia de la fiesta VIP, a pocos pasos de Don Horacio, el grosero ex periodista movía la cintura en típico ritmo presque arrivé tal como si fuera el Cardenal de Richelieu. Vestido de servicio, se adueñó de la fiesta. ¿Qué Republicano toleraría semejante osadía?

El Versailles de Miami se engendra en una revolución política y cultural: la masacre de Kent State, Woodstock, el estreno del programa “All In the Family”, la mayoría Demócrata en el Congreso opuesta a la administración Nixon, el asesinato de Bobby Kennedy y Martin Luther King, la masacre de MyLay, el activismo de artistas como Janis Joplin y Jimi Hendrix.  Esta atmósfera no pasaría desapercibida en la práctica inclusiva de la familia Valls aún si sus preferencias le llevaran al credo Republicano en política exterior hacia Cuba.

Castro y sus barbudos estratificaron y paralizaron todo tipo de dinamismo rebelde en su país. La revolución cubana ocurrió en Miami. La movilidad social estadounidense permitió la creación de una nueva y poderosa clase media. Si bien conservadoras, las nuevas voces desplazaron la decadente oligarquía pre-castrista. El Versailles es el comedor de esa familia gritona, disfuncional, atractiva, compuesta de jóvenes y mujeres provocadoramente bellas y sensuales, de padres y abuelos guindados en la nostalgia. Allí se reúnen tras los velorios, el ballet, las fiestas, a mostrar sus autos y a conversar a viva voce. Allí inflan, expanden, exageran el universo con realismo mágico. El pasillo central es la pasarela de cuanta moda estrafalaria pudiera ser visión o pesadilla para Gaultier o la nazi Galliano.

Muy a pesar de la fiesta, las fotos y Jorge Plasencia, la lección de los Valls quedó sin explicitar. La celebración de Felipe y Felipito estaba al otro lado de los trepadores sociales en la carpa (aquellos que fumaban los puros en la puerta buscando el lente). Rebajaron los precios del menú a los niveles de 1971. Sus fieles clientes acudieron a celebrar el aniversario. Nos enorgullece que una familia pudiera aglutinar en su comedor voces tan disímiles y personajes tan bohemios, ricos, pobres, Celia y la Guillot al lado de los retirados que reciben el Medicare que ahora Ileana Ros se afana por eliminar. A pesar de los años, Bill Clinton en un encuentro casual de vacaciones recordó a Felipito. Celebró el cortadito del Versailles. En su fiesta hasta los camareros pueden bailar. Que sirva de lección. ¡Felicidades!

16 de julio de 2011

Un bal masqué (Un baile de máscaras)

Restos de la faraona Hatshepsut, Hatshepsut Alonso con un resto mortuorio antediluviano y Pablito, combatiente heroico contra el Alzheimer. No recuerda su posición diaria ante los Castro.

AGRADECEMOS A NUESTROS COLEGAS DE CUBANET POR PUBLICAR CON EXCLUSIVIDAD LA PRIMERA VERSION DE ESTA NOTA.


Un bal masqué (Un baile de máscaras)


El esquema de intercambio cultural, más que jugada diplomática es maniobra de ciertas organizaciones y promotores norteamericanos.  La avanzada se extiende desde Nueva York a California ampliándose al sur, a Miami. Las empresas que acceden al roster de talento cubano se seleccionan cuidadosamente en La Habana y componen un círculo cerrado que recibe el nihil obstat oficial. La exportación de artes plásticas y escénicas representa una fuente de divisa, desempeña una labor cosmética para el gobierno y potencia el turismo en el Primer Mundo.  Lo que se llama “cultura” es “cultura-light” o “Populärkultur”: pintores contemporáneos de corta trayectoria, bajos precios y temas asequibles, Los Muñequitos de Matanzas, Omara Portuondo y Pablo Milanés en plena batalla con el Alzheimeir’s. Como salida de un sarcófago aparece la faraona Hatshepsut Alonso con el Ballet Contemporáneo haciendo gala de mucha negritud y santería. El segmento del mercado que consume, como todos matizado por la ideología, busca lo exótico, lo prohibido y el subdesarrollo. Ansían legitimidad como intelectuales “politically correct”.

Las instituciones norteamericanas conocen al consumidor. No serían capaces de montar una exhibición de Nicolás de la Escalera y la pintura cubana a final del XVIII. Jamás se verá una muestra de los Chartrand. No traerán de Cuba al Coro Exaudi o a la Camerata Romeu deleite de música seria radicado en La Habana. Una conversación cultural ¿podría incluir un recital de la obra de Salas a Saumell a Ignacio Cervantes? Aunque son temas cubanos, estas ofertas no se ajustan a los parámetros revolucionarios o “revolution-friendly” de la izquierda burguesa, mercado que compra boletos, cuadros y viaja a Cuba. Este segmento prefiere contonear las caderas con los Van-Van, suspirar con Omara (¿Mandrágora?) y comprar un cuadrito de tres mil dólares. “¡Mira qué lindo me quedó en la sala! Es de Cuba”. Los presque arrivés en Miami prefieren continuar trillando terreno conocido. Han pedido asilo político; Milanés defiende el sistema del que se han exiliado. Esa ausencia y destierro, se sabe, dura justo hasta que se les otorga la residencia norteamericana para partir raudos a La Habana. “¡Ay, Pablito es un artista, un maestro!” Sí, del oportunismo.

Como parte integral de la mercadotecnia, los promotores y marchantes utilizan el bloqueo y la ultraderecha miamense para hacer el producto más llamativo. Es difícil conseguir visas (no se divulga la comisión que hay que pagar a Abel Prieto por el permiso de viaje y que la Sección de Intereses en La Habana otorga visas hasta a narcotraficantes como Ernesto Milanés, ahora pintor). El miedo a la derecha cubana, los Republicanos y lo vedado imparten encanto y glamour a los conciertos y la mercancía cultural.

Refugiados de Rusia y miembros de la comunidad hebrea llenaron de ratones el escenario durante un recital de la mezzo Elena Obratzova.


Y… ¿alguien ha considerado el derecho de libre expresión de esa Vigilia Mambisa cuyo líder quiso un camarero del Versailles insultar calificándolo de “maricón” en “María Elvira Live”? ¿No tienen espacio para su protesta? ¿Quién sería el productor de María Elvira que colocó como experto a un camarero, periodista del gobierno cubano destacado en Venezuela? ¿Pensó el camarero que “maricón” invalidaba los argumentos mambises? Ese camarero parece más esbirro que la Vigilia. ¿Y aquellos que no permitieron la entrada a Estados Unidos a verdaderos artistas, cantantes de ópera, directores de orquestas por su afiliación con el régimen Nazi? ¿Y aquellos que todavía atacan a Heidegger (no entienden Ser y Tiempo,
Sein und Zeit) por presuntas afiliaciones políticas? ¿Y aquellos que tiraron ratones en el Dade County Auditorium durante el recital de la mítica mezzo Elena Obratzova? Esos no cuentan porque los judíos y rusos son especies distintas a los histriónicos cubanos. Cargan éstos antillanos un historial de represión y barbarie minimizado como pasaporte de ingreso a ciertas geografías de poder en la superestructura. Entiéndase, esta área de poder refleja, opera y está perfectamente sintonizada con la base del capitalismo tardío. Se viste, sin embargo, con el disfraz de una nueva conciencia, una apertura al diálogo y la alteridad. Su compromiso con esos ideales se ciñe a la compra de camisetas (T-shirts), la asistencia a conciertos y fiestas recaudatorias. En el caso cubano, las artes visuales imparten el ansiado status de coleccionista (motor social) y es además instrumento confiable de inversión financiera.
 

Bosquejo para el mural del maestro mexicano Diego Rivera que mandara a destruir la familia Rockefeller y David Rockefeller Jr., que como Hamlet viendo fantasmas auspicia actividades con artistas cubanos. .

El festival ¡Sí Cuba! es fruto de la embalsamada bailarina, Ben Rodríguez, empleado de Rockefeller Brothers Fund y la Ludwig Foundation. De Nueva York ha pasado al sur de California ahora con la presencia de Mandrágora Portuondo y el Mala Vista Social Club. ¿Seré el único en recordar que la familia Rockefeller (Nelson si bien muchos lo achacan a John D.) cubrió y luego hizo destruir “El hombre, controlador del universo” de Diego Rivera en el año 1933? ¿No le acusó de hacer “propaganda” por incluir un retrato de Lenin? ¿Seré el único ahora al sorprenderme que David Rockefeller, hijo, auspicie este festival? Aterrado ante el fantasma de Diego Rivera que le persigue por doquier, sintiendo el espectro de una mancha pecaminosa, utiliza el único régimen criollo-leninista para expiar su tara familiar.


El profesor Edward Sullivan con Carol Rosenberg, "amigos" en la Junta de Fideicomisarios de la Ludwig Foundation. Carol, casada con el Tesorero y marchante neoyorquino Alex Rosenberg. Este vende arte cubano en obvia conducta institucional impropia.
 


La Ludwig Foundation es otra de las patrocinadoras de ¡Cuba Sí! Es una organización no-gubernamental alemana sin fines de lucro con notable presencia en Cuba. Su director determina los artistas del ISA y ENA que pueden salir del país. No se llega a su sitio en la red a través de su casa matriz en Alemania sino a través del Ministerio de Cultura cubano. Ojo, es una organización no-gubernamental. Entre los amigos y junta de directores se encuentra el catedrático Edward Sullivan de New York University. Autor y comisario de exhibiciones en MoMA y Guggenheim, el profesor aparece retratado con Carol Rosenberg, esposa del tesorero de la Fundación y ex Presidente Alex Rosenberg, marchante de Manhattan. Dentro del inventario de su establecimiento aparecen obras de Fabelo (artista residente en Cuba) así como maestros del modernismo. No creo que el Señor Rosenberg pueda probar adquisiciones en el mercado secundario estadounidense. Compras en Cuba pondría las actividades de los Rosenberg en la Ludwig Foundation en tela de juicio dado el obvio conflicto de interés.



Beth Boone, directora de Miami Light Project hubo de presentar a su esposo Irak "Vitalicio" quebrantando las normas contra el nepotismo.

En conflicto de interés o apariencia desfavorable por conducta impropia con fondos públicos se ha colocado la Miami Light Project. Durante 20 años, esta organización ha logrado traer a los foros miamenses grupos verdaderamente de vanguardia sin que exista una consistencia de calidad como su modelo, el BAM. La semana pasada, la chanteuse cubana Osdalgia (residente en la isla) se anunció como un fenómeno novedoso. Lusafrica lanzó su primer CD allá por el año 2000. La segunda parte del programa fue una situación problemática que no se me explicó satisfactoriamente por la directora Beth Boone en nuestro intercambio por correo electrónico. La entidad sin fines de lucro que recibe fondos públicos contrató a Irak “Vitalicio” Sáenz, esposo de la susodicha Beth Boone, directora. Sáenz y su grupo “hip hop” o “rap” (no son géneros como sonata, preludio, étude, partita), recibieron una compensación como honorario. Con fondos públicos existe un código de ética que trata de evitar las apariencias de conducta indebida así como los conflictos de interés. El grupo musical que encabeza el Sr. Vitalicio no tiene la exclusividad al “hip hop” o “rap” en la Florida. Los videoclips no muestran (a mi limitado entender) una expresión vocal, una posibilidad en tesitura, un repertorio de tal jerarquía estética que haga necesario quebrantar las reglas anti-nepotismo. De la misma manera que Osdalgia tiene el hechizo singular de vivir en Cuba, el Señor Vitalicio aparece haciendo música en La Habana en fotos del 2009 http://focus52.blogspot.com/2009/08/doble-filo-hip-hop-in-havana-cuba.html . Para el mercado Miami Light Project ya posee el atractivo de vivir o deambular en ambas orillas a la que se suma esa virilidad primordial que buscan los capitalistas blancos en el trópico. Hallamos un caso más de neocolonialismo disfrazado.

El arte de masas lleva al espectador a ser un consumidor pasivo e irreflexivo al que se le niega la posibilidad estética. Adorno notaba la desaparición de lo “aurático” en la experiencia artística y escribía a Benjamin: “el centro de la obra de arte autónoma no está en la parte mítica, sino que es en sí mismo dialéctico”. Los conciertos que se repiten una y otra vez promueven discos, productos de la industria cultural. La plástica, en su triste mayoría dista de ser “obras autónomas” al no tener un filo dialéctico, comprometida con engranajes culturales en Cuba y Estados Unidos para su distribución y venta. La industria cultural no sólo vende las reproducciones técnicas (discos y vídeos) que tanto preocupaban a la Escuela de Fráncfort sino que realiza un doble simulacro: pasar por entidades ilustradas y progresistas y negociar con un gobierno igualmente disfrazado –de socialista. “Un bal masqué”.