4 de mayo de 2011

Estados Unidos y Bin Laden: Ahora nos dicen que es "venganza"



Dicen los pulcros que se ha perpetuado el ciclo de violencia

Ahora nos dicen que es venganza

No se hicieron esperar. Los “politically correct”, blandos en rigor académico pero ricos en contradicciones, pusieron en marcha su maquinaria. En menos de 24 horas ya habían compuesto sus trovas. Dicen objetar a las bacanales que se organizaron a raíz de la captura y muerte de Bin Laden. No he visto muchas y resiento no haber sido invitado.

Protestan por los procesos legales internacionales quebrantados y la intrusión a la soberanía pakistaní. Olvidan el episodio en Dubai cuando Mossad localizó y dio cuenta a Mahmoud al-Mabhouh en el 2010. Olvidan el célebre caso ocurrido en Buenos Aires cuando echaron a Eichmann como un fardo en un jet rumbo a Israel para ajusticiarlo. Por supuesto que no se consultó con Argentina. Hubo regocijo. Israel tiene superioridad en sus reclamos morales a los Estados Unidos y tiene prioridad en captar a sus enemigos. Los que dieron muerte a los neoyorquinos que no tenían idea del jihad propuesto por al Qaeda, esos meritan guantes blancos. Mis vecinos son cenizas y escombros, el arquitecto del crimen -protegido en suelo amigo- ha de respetarse como a un jeque.

La falta de un proceso judicial es objeción válida. Cuando las exigencias prácticas en la captura de un criminal de esta envergadura simbólica que disfruta de la hospitalidad de un país ambiguo si bien traicionero al acoger terroristas, el juicio rápido de los soldados enviados a esa delicada misión es suficiente.  


Los "self-loathers" (autoadversos) de la izquierda institucionalizada y lucrativa hicieron esparcir una cita falsa atribuida a Martin Luther King sobre la muerte de los enemigos. Los aberrados por supuesto incluyen las marmotas Rosie O’Donnell y Michael Moore. Brillan por su ausencia Danny Glover y Sean Penn.

Para no "perpetuar el ciclo de violencia" (frase de moda) matando a un terrorista ponemos fin a los reclamos de la justicia y cuestionamos la aplicación de los códigos criminales y penales. ¿Cuál es entonces la universalidad de las sanciones contra los asesinos? Que callen cuando hablan de Pinochet y Hitler. Mejor entregar a todos heliotropos, lirios, nardos y jacintos.  

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