12 de diciembre de 2012

Sociales Art Basel - Exoticorum Libri: Libro de fauna exótica


 Sociales Art Basel

Exoticorum Libri: Libro de fauna exótica 


Durante la miamense Semana de las Artes, Charles de l'Ecluse ha podido estudiar especies nunca vistas y reflejarlas en el nuevo tomo de su libro de fauna rara y fantástica.




Raras especies de simios cubanos: Nina Menocal, marchante cubanoazteca, influyente figura en promoción de la nación caribeña. Ella Fontanals, en eterna competencia con la oligarca Patty Phelps de Cisneros. Su batalla contra la Phelps (fideicomisaria del MoMA) ha hecho a la cubana Fontanals viajar a la Bienal de La Habana.





Mientras todos mueren por asistir a uno de los desayunos de la Fontarpía, la pretendiente a legítimad en la estirpe Cisneros agasaja en La Habana al clan Maciques (aquí con la nieta de Abraham Maciques Maciques, casado con una ex amante de Fidel Castro y tesorero en la sombra).El padre de Ana Mary Maciques (retratada con la Fontanals) todavía maneja importantes proyectos de convenciones y captación de capital extranjero para la isla.
  http://www.theartnewspaper.com/articles/An-exiles-return-to-Cuba/26494




Nina Menocal busca legitimidad y clientes miamenses en su fiesta anual chez la mole que corría tras Madonna en South Beach ("el Gordo" Molina, paparazzo en Univision). Aquí los anfitriones se ven retratados con el jeque (durante una época arruinado) George Jorge Pérez. La marchante, una vez en Polanco, lo mismo se apunta a la germana-habanera Fundación Ludwig que, como en esta foto, a un guateque Havana Club. En un correo divulgado por las redes sociales defendió al confeso pederasta Agustín Bejarano (que su galería representó) contra “la chusma de Miami”.

La periodista del momento, Janet del Batey. Del Batey ha roto esquemas. Lo que nunca se ha visto en The Art Newspaper, Apollo, Art and Antiques, Art Forum, Burlington, Connaisance des Arts, lo ha realizado en su nota sobre el liderazgo de Gary Nader,  marchante libanés dominicano. Lo que no se ha hecho con pilares como Mary Anne Martin, el propio César Segnini que manejó la carrera de Soto en sus principios, los dueños de la legendaria Sala Parés de Barcelona, lo ha hecho la cubana con el “dealer” de Miami. Su reportaje y la integridad de El Nuevo Herald marcará pautas.

      http://www.elnuevoherald.com/2012/12/08/1360449/gary-nader-liderazgo-en-el-mundo.html

http://www.tumiamiblog.com/search?q=gary+nader




Su vida es una compensación, no sólo por ser pigmeo. Su hermano George Nader, fue condenado a pagar $800.000 a un centro de estudios en el 2010, enfrascado a menudo en litigios en materias de bienes raíces y representación de cantantes. La vida del marchante Gary Nader no es ajena a los tribunales. Tuvo en el pasado subastas de arte en el Intercontinental y una fallida feria llamada “Contemporánea”. Avisó a su amiga Ana Remos que pretendía abrir una galería en Dubai. La pseudo-ibérica usa su foro “Entre Nos” para hacer conocidos los planes de vacaciones. Fuentes en Santo Domingo alegan estar entroncado por matrimonio a Mustafá Abu Naba’a, jordano-dominicano que tuvo graves problemas con la campaña del candidato John McCain, involucrado a la vez en un litigio de alta envergadura con el gobierno estadounidense (para investigación). Por el momento la pseudo-ibérica de El Nuevo Herald (Ana Remos) reporta sólo los logros que asigna a Nader en la casa de subastas que no le pertenece, sino a Frederic Thut (www.faamiami.com/) . Pobre hombre.

http://www.tumiamiblog.com/search?q=gary+nader

http://listindiario.com/las-sociales/2010/5/1/140427/Los-genes-del-arte-siguen-a-la-familia-Abu-Nabaa

http://listindiario.com/entretenimiento/2010/10/28/164336/Tribunal-condena-al-empresario-George-Nader-al-pago-de-804-mil-dolares

http://politicalticker.blogs.cnn.com/2008/08/07/mccain-campaign-says-it-will-review-questionable-donations/





Jazmín Nader y Mustafá Abu Naba'a, socio de Harry Sargent quien fuera operativo de la CIA. Les unen los intereses en ambas Global Inspection LLC e International Oil Trading Company. Esta última empresa, encargada de contratos militares a Irak, fue demandada por el jordano Mohammad Anwar Farid al-Saleh quien ganara una suma sustancial. Reuters compara el caso en tribunales a una novela de espionaje:

http://newsandinsight.thomsonreuters.com/Legal/News/ViewNews.aspx?id=23361&terms=%40Reuter..

 
La conexión Gary Nader con Mustafá Abu Naba’a (de estrecha a amistad con Leonel Fernández, informan analistas dominicanos y neoyorquinos) se hace a través de Soraya Abu Naba’a cuya pintura pasó de la Galería Nader en República Dominicana a Gary Nader en Miami.
 

Santo Domingo:
 
 
Miami:
 
 
Vídeo:
 
 
 

Insólito es el bestiario de Saint Domingue. Corresponde por sus criaturas fantásticas (como los marchantes Lyle y Gary aquí fotografiados) a la mítica Ile de Nicobar que describía Odoric de Pordenone en su Itinerarium.






Juancito Trucupey desde la Bienal de La Habana vino a Art Basel como "fashionista" engalanado en color mandarina Lawrence Welk. Ahora todos son "curadores". Los "fans" de Trucupey aseguran que es perito consultor en la casa Christie's.   






Pintor de la cuenca del Caribe, Republicano y vertical, a veces.


Coleccionistas de pachangas.

 


Fashionista y curador que no maneja muy bien la ortografía inglesa, Rafael Díaz Casas. Nadie recuerda que muchas de las obras que le robaron al "fashionista" en Miami estaban en una lista del FBI como "faux". No concibo "curadores" que poseen obras falsas:

http://www.elnuevoherald.com/2010/08/17/784433_sale-bajo-fianza-enfermera-involucrada.html

http://www.elnuevoherald.com/2010/08/14/782771/galerista-denuncia-robo-de-obras.html
 

Las respuestas con datos y puntos de vista contrastantes son calurosamente bienvenidas.  El derecho a réplica es parte esencial de “Tinta y Veneno”. Advierto que existe un filtro para los virus.
























 




 
 

7 de diciembre de 2012

Comercio y Vanidad: Art Basel y las ferias miamenses




Jan Brueghel La feria campestre y Art Basel/Miami Beach otra feria campestre con "bling bling"
 

Comercio y Vanidad: Art Basel y las ferias de Miami

Se desbordaron las márgenes. El caudal de VIP’s atascaba las carreteras que conducen a Miami Beach. Los suizos, que todo tratan de cronometrar, pensaron que separándonos en jerarquías y orden de entrada, evitarían el caos. Olvidaron que algunos como Micky Arison llegarían al selecto cóctel y visita para coleccionistas. Otros clientes como Puff Daddy o Puffy Diddy o Sean Charles (como se haga llamar en la actualidad) despliega su aparatosa máquina de seguridad para ser adulado por el público.

No hay millonario ni jeque que merite levantarse a las diez de la mañana. Leslie, amiga neoyorquina, es radar que registra las obras importantes, los que están y hasta los bolsos Birkin que llevan las damas.  Se le ha advertido que como los coleccionistas Bridge and Tunnel y miamenses, las Birkins que se vean después de las tres de la tarde, de la China pasaron por Canal Street. The Art Newspaper se vio en la necesidad de abrir su edición especial con un artículo en defensa de la artesanía que constituye el producto principal a la venta: arte contemporáneo. En vista de los sonados desertores al aparato que lo sostiene, el diario londinense daba prioridad editorial a su apología “¿Quién le teme al arte contemporáneo?”  El New York Times se sumó a la apología pro adefesios actuales frente a la crítica contra el poder narcisista coleccionista y la influencia del mercado como criterio estético. Como era de esperarse, Patricia Cohen acudió al almacén de los Rubell a quienes bautizó "decanos del chispeante escenario creativo miamense". Todo es cuestión de dar desayunos a la prensa hambrienta y cultivar la fama con esmero. Jason Rubell, sin conocer la condición de la mayoría de los pintores y escultores, espetó, capitalista al fin: “el mercado apoya los artistas”. Claro, cuando llegan al status de Damian Hirst o Takashi Murakami. Olvida que la demanda se manipula con todo tipo de estratagemas, visiones, manipulaciones de mercadeo y trucos publicitarios. Añade: “es una industria que sin el comercio no existe”. Su weltanschauung no puede hacerse más evidente, se trata de industria y comercio. El valor comunicativo, estético, psicológico, como interrogación o misterio de una obra se hace a un lado. El padre, Don Rubell, ginecólogo y ahora al parecer historiador de arte, apunta al diario neoyorquino que los mecenas ricos siempre han existido “desde los faraones hasta los Medici”.  Olvida el ginecólogo que ni los faraones ni los Medici se enriquecían especulando con obras de arte. No recuerdo museos o fundaciones donde se afanaran el Vaticano o la nobleza por mostrar su inventario aumentando el valor financiero del opus expuesto. No recuerdo encargos a Vasari que resaltara ciertos pintores para otorgarles autenticidad. No se registran actividades autopromotoras chez Lorenzo de Medici, Amenhotep I ni Felipe IV con el fin de salir en listas de poderosos coleccionistas (el lunes Art and Auction hizo publicar la suya). No recuerdo a los D'Este ni a los Habsburgo ni a los faraones manipular el arte a beneficio de los bienes raíces en un segmento geográfico de Luxor, Florencia, Ferrara, Urbino, Madrid o Viena.  

“Cabrón avaricioso” de Barbara Kruger en Art Basel

Según ArtInfo.com se han divulgado cuatro ventas de siete cifras. Ponen el promedio  en las seis cifras bajas y cinco cifras. Son aquéllos que compran a precios de “Black Friday” (remate) para alcanzar o afianzar el ansiado status de coleccionista. Muchos que ya tienen tanto invertido en este producto básico no tienen otra opción que sostener el precio con más compras, prensa, fiestas con estrellas, status VIP y otras tácticas de mercadeo. El arte como  camino a la autenticidad social funciona desde la época de los burghers (burgueses) en Holanda siglo XVII.

Las ferias, nos explican Braudel y Sombart (éste último apenas conocido en Norteamérica), representan la semilla del capitalismo. En la época feudal coincidían con los días feriados en el calendario católico. Se traían productos agrícolas y artesanales a puntos clave. A partir de las Cruzadas, la seda, especias, incienso y productos del Levante llegaban a los puertos italianos y a través del tráfico fluvial a ciudades alemanas y de los Países Bajos. Las letras de cambio y el desarrollo de la banca son consecuencias de esta institución. De la misma forma ocurre en Art Basel con la banca. Presenciamos su hermandad con UBS. Tal y como ocurría en las ferias medievales, se establece una relación entre el artesanado y los comerciantes que participan en las ferias, en este caso los artistas y las grandes galerías. La rivalidad existe  entre los artesanos, los marchantes y los clientes por acaparar la atención.



En el Libro de Horas del Duque de Berry se muestra una feria y el intercambio de regalos. En una feria de arte, el evento más codiciado fue una fiesta de Chanel con Lenny Kravitz y Demi Moore o la invasión de mitómanos balseros y sus invitados de la isla al St Regis, reunidos en el evento "paisa" Art Nexus.  
 



 
En el Medioevo, los hermanos Limbourg retrataron el ambiente de las ferias rurales en las Horas del Duque de Berry. En el Barroco, David Teniers, los Brueghel y otros captaron con ironía su ambiente provinciano. Tal y como en Art Basel, las pinturas resaltaban la presencia de un aristócrata. En Miami toman fotos a los multimillonarios NetJet y a las estrellas de Hollywood. Poco ha cambiado.



Todo está a la venta y es material de colección en Art Basel y ArtMiami: bloques de concreto con marcas de las coces de la “artista”, muñecos con dedos agigantados, instalaciones con tubos y anuncios lumínicos. En Miami se hace autopromoción y se consigue status, bienes raíces, sueños y fantasías.

 
Tal y como en las ferias del Medioevo donde todo estaba a la venta: patatas, productos artesanales, seda, lana, joyería, aceite de oliva, todo se vende en el marco Art Basel/Miami Beach. Durante la semana del arte, en sus fiestas se venden bienes raíces, anuncios y crónicas en revistas de arte,  moda, muebles, boletos para fiestas de gala, servicios de acompañantes (las Natashas de las que escribiera el periódico El País), viajes a Cuba, limpieza de efectivo sin recurrir al Vaticano, mediante la afición al arte, mucho lente social (pagado) y Las mil y una noches. Claro que hay Mattas, Lams y Picassos a la venta, toneladas también de artefactos, quimeras bajo la rúbrica de arte contemporáneo. ¿Qué harán los Picassos, los Magrittes, el Chaim Soutine y el Rothko? Regresarán tras el embrujo de cinco días en Miami. “Recuerda”, me dice Marta, vecina en Manhattan y la playa, “Miami es un sortilegio para el que vive en el frío. Se atiborran los aviones en pos de un espejismo”. Lo dice tanto por la mercancía como por las oportunidades que creen encontrar en el área.


¿Cuál será el destino de Miró, Max Ernst y Picaso, éste último lo único de importancia en el prepotente emporio Gagosian?

 
 
Los venezolanos y las élites mexicanas y colombianas continúan como clientela fija en el renglón latinoamericano.  Los brasileños son la nueva presencia en el mercado. Los cubanos adornan, parlanchines. Si algo pueden adquirir no pasa de los diez mil dólares. Los miamenses, engalanados, quieren vender lo en otrora conquistado y mostrado en revistas. Siguen agasajados por el dúo inverosímil del Gordo Molina (mole que corría tras Madonna) y Nina Menocal, defensora a ultranza del condenado pintor pedófilo Agustín Bejarano. Esa es la fiesta de las Cenicientas, de balseros a “socialites”.

Fine Arts Auctions Miami tuvo una buena noche al vender un Monet, una escultura de Robert Indiana y un retrato ruso por cifras millonarias. Se asociaron a un enano maléfico que en su época tuvo subastas en un hotel y una feria por donde se paseaba en un triciclo motorizado. Una hipótesis a considerar lee el "notianuncio" ("¿advertorial?") escrito por Janet Batet  -¿agente publicitaria?, pregunto- en El Nuevo Herald: "Gary Nader, liderazgo en el mundo del arte". un penoso simulacro de periodismo cultural.  http://www.elnuevoherald.com/2012/12/08/1360449_p2/gary-nader-liderazgo-en-el-mundo.html .  Tal es la incompetencia que no se percataron que  Fine Art Auction Miami no es de Gary Nader sino de  de Fredric  Thut como lo prueba su sitio en la red:  http://www.faamiami.com/about_faam.php  
 
Un actor que se independizó del matrimonio Lester (pioneros con los Houghton de la industria y dueños de múltiples ferias) ha ido puliendo su montaje y aumentado su altanería en proporción directa. Ha salido en la portada de una revista francesa. El director de ArtMiami y su equipo han sabido ensamblar un buen rival –realista y complementario- a Art Basel. De todos los satélites y parásitos que nacieron a partir de los suizos, ArtMiami ha sabido enraizarse en la comunidad, institucionalmente y con sus pocas galerías de calidad, obviando la cancela de entrada a los suizos erigida por Fred Snitzer. Las redes europeas se extienden y si los resultados no son siempre felices, contribuyen una sana alternativa a las artesanías inauditas que ofrecen los de Basilea.  La feria ya cuenta con dos tiendas de campaña y una tramoya para extrañeces. Funcionan con el mismo sistema de VIP’s pero a menor escala que los del Centro de Convenciones. El “bonitillo” actor frustrado sabe que en ArtMiami su clientela no es Spiffy Daddy ni Brad Pitt. Conoce su mercado y escoge galerías que le vendan alternativas sensatas a niveles de precio razonables. 


Amelia Peláez, Naturaleza muerta en verde, 1947 en ArtMiami y Roberto Matta, Morphologie Pshychologique, obra antológica del 1938 en Art Basel.                     


Las ferias de yates, autos, ordenadores y arte continúan una tradición que dio comienzo al capitalismo. Los que necesitan del tipo de oferta que nunca llegará al Pérez Art Museum (antiguo Miami Art Museum) saben que anualmente los marchantes de trayectoria formal y juiciosa muestran Max Ernsts, Magrittes, Giacomettis, los Die Brücke, Claudio Bravos, Bacons, Riveras, Mattas y de Chiricos, entre otros maestros del modernismo. ¿Hay que aguantar las cascadas de VIP’s? Sí. Las ferias son festejos que celebran el consumo. El arte aún más pues es mercancía cuyo comercio apela a la vanidad más que al conocimiento y la historia. Se sabe que la producción de la última mitad del siglo XX  y lo que va del XXI fluctúa con los ciclos económicos y los modismos. Los criterios fundamentales que guían a los compradores son la especulación a alto riesgo y la vanagloria de aparecer en las listas de "poderosos". ¡Por el museo que dura una semana, que siga el hechizo, la soberbia y los desvaríos!

Los Ernst, Magritte, Picabia, Giacometti, Soutine y otros maestros del modernismo
no desfilarán por el Pérez Art Museum



 

1 de diciembre de 2012

Día Internacional de la lucha contra el SIDA


Día Internacional de la lucha contra el SIDA

Un lazo rojo en la Casa Blanca

         Su diferencia les llevaba a la muerte. Ser gay, eufemismo para homosexual o lesbiana, no es opción, no es ser artista, poeta, couturier, o emular a Oscar Wilde. En esencia, es compartir intimidad afectiva y erótica con una persona del mismo género. El aislamiento y castigo de ésta población la ha llevado del armario a la inestabilidad y la lujuria.

Las protestas del 1968 y la revuelta de Stonewall abrieron a la comunidad gay ciertas zonas de tolerancia: Greenwich Village en Nueva York y Castro Street en San Francisco. Los bares, cuartos oscuros y saunas extendieron los límites de la promiscuidad como reacción al paradigma victoriano que se dejaba atrás. En 1981, el Dr. Lawrence Altman desde las páginas del New York Times anunciaba al mundo la presencia de un “Raro cáncer entre los homosexuales”. Se denominó Sarcoma de Kaposi.

Ronald Reagan recién tomaba la presidencia de Estados Unidos. La ultraderecha evangélica aprovechó para ver en el virus un castigo ante la conducta inmoral y contra natura. La campaña homofóbica de Anita Bryant en el 1977 quedó grabada en la memoria colectiva. El Presidente mantuvo silencio sobre la epidemia hasta el 1987. Al tanto estaba el Primer Mandatario, según Michael Bronski, de los influyentes pastores Jerry Falwell y Pat Robertson. Contaba con el apoyo de William Dannemeyer y Jesse Helms en el Congreso y tenía a Gary Bauer y William Bennett como consejeros en la Casa Blanca.  

Las disciplinas científicas aplicaron un lenguaje clínico y antiséptico. Con pocos recursos lograron identificar el virus y sus causas si bien no han podido lograr una cura o un medicamento preventivo en estos últimos treinta años.

La militancia de activistas como ACT UP, el “Memorial Quilt” y otras organizaciones pudieron abrir brechas y atraer la atención pública a una comunidad doblemente estigmatizada. Antes que Elizabeth Taylor y los “socialites” hicieran del AIDS una causa filantrópica, los enfermos, los artistas y los marginados hicieron valer su presencia. Después vinieron los burgueses, los fotógrafos y los trepadores sociales. Recuerdo a la dueña de una revista de vanidades preguntarme: “Justo, ¿vas a lo del SIDA? Sí, eso del SIDA es fabuloso”.  Uno de los primeros eventos recaudatorios en el sur de la Florida (por supuesto, para niños enfermos, nunca para los “maricones”), fue bautizado el “Sidagala”.

El virus ha desafiado a los epidemiólogos, biólogos, farmacólogos y otros expertos. Las reacciones políticas van desde los sidatorios en Cuba al silencio de Ronald Reagan. La comunidad científica va desarrollando nuevos protocolos que llenan de esperanza a los pacientes pero son paliativos para extender la vida, inhibiendo la proteasa, elevando el nivel de células T y evitando las enfermedades oportunistas.

La enfermedad ha sido estandarte de contra-cultura y rebelión. Muchos que se asocian a la recaudación de fondos o cuidado de pacientes adoptan piedad franciscana tercera orden y corrección política. Con Elizabeth Taylor y Michael Jackson, Hollywood y Nueva York se adueñaron del SIDA. Lo que se consideró lepra se convirtió en la causa de moda.  En sus trajes de etiqueta todos ostentan su lacito rojo como en el Medioevo se llevaba la cruz verde de la Orden de San Lázaro de Jerusalén. Los males parasíticos que acompañan a la tragedia van desde la maquinaria cultural (museos, teatros, galerías), los artistas mediocres que buscan autenticidad y protagonismo, el mercadeo de productos, el fraude en subvenciones gubernamentales, la manipulación a cargo de políticos y empresarios, el fariseísmo en las donaciones frente a las cámaras y  el melodrama televisivo para ganar puntaje e imagen humanitaria.  

             
La propia comunidad gay, olvidando a Harvey Milk y a los rebeldes de Stonewall, compite por guiar los autos más lujosos o las vajillas más costosas, pasan horas sudando para esculpir sus cuerpos en los gimnasios pero permiten salarios de seis cifras a los directores de las agencias benefactoras. Sus rebeliones consisten en salir sin camisa en los desfiles de Nueva York y South Beach. Para los burgueses, todo se reduce a auto-festejarse con entregas de premios en el marco de espectáculos mediáticos pro validación social.

Hoy cuando ondea un lazo rojo en la Casa Blanca Demócrata que declarara no tener objeción al matrimonio entre las personas de un mismo género, vemos como “la enfermedad gay” valió para replantearse una compleja problemática. El lenguaje, la representación y las comunidades que comparten una semántica se fueron entremezclando para lograr una nueva dinámica que encara e interpreta, más que el SIDA, la comunidad GLBT. El virus y el activismo político lograron el diálogo entre la ciencia y los líderes de la comunidad gay, los artistas, los estudiantes, los medios de comunicación y por último los poderes legislativos y judiciales. La plaga fue una intervención y un sacrificio humano en aras de romper las amarras del prejuicio. La comunidad tiene ante si magnos retos: no convertirse en un segmento consumista del mercado, en un personaje “token” para Hollywood, en una caricatura.
 
      Ardua es la faena por lograr la legitimidad social y la igualdad de los derechos ciudadanos. Largo es el trecho por andar.

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Dedico estas reflexiones al Doctor Rolando Fernández, mi leal amigo y hermano en momentos de inocencia, travesuras, subversión y rebelión. Fue un lindo regalo de Cristo Rey y la Compañía de Jesús. Rolandito, si alguien hace reír a San Ignacio eres tú. Gracias por Freud como nadie lo interpretó, por Pachelbel, por la colina de Georgetown, por James Joyce y Proust, por Andrea del Castagno, por Kiri Te Kanawa, por los Verdurin, por Gertrude Stein y Alice B. Toklas, por los diagramas de Mortimer’s y el Versailles. Gracias por tu eterna juventud -en MG- y tu generosidad.
Por Michael Davis, heredero del encanto y genio de su señora madre,  virtudes que compartió con sus hermanos. Por RHG, GB, RA, NA, MS, JB, Luis Rolando de Miró (Islamey de Balakirev), Alexis y Nelson. Por todos los que se han marchado del Harvard Radcliffe Gay Student Association. Por dos líderes que aunque no sufren de HIV/AIDS mucho han ayudado desde San Francisco. En Harvard fueron ejemplo de compromiso y militancia: mi gran amigo Maurice Kelly y el abogado Ben Schatz.