16 de julio de 2010

¿Qué le ocurrió al periodista Allan Villafaña?

Recursos que despilfarra la televisión hispana. Corresponsal en campos de batalla ahora habla con Walter Mercado.

¿Qué le ocurrió al periodista Allan Villafaña?

Justo J. Sánchez


Al mudarme de Miami me quedó la alegría que Allan Villafaña se marchaba a Ohio State University. Estudiaba periodismo en un centro académico  destacado en ese campo. Tuvo altas calificaciones y buenas recomendaciones. Le perdí la pista hasta que trabajando en Telemundo encargó hacerme una entrevista en Nueva York. Recuerdo comentarios de colegas que Allan se había distinguido como corresponsal de guerra. Estuve en su lente al coincidir durante una visita que hacía Bill Clinton a Miami donde fui invitado. Me hizo preguntas directas sobre la recién publicada biografía del ex mandatario y las condiciones imperantes dentro del partido Demócrata.


Siento el teléfono y al contestar reconozco la voz de una de mis fuentes del acontecer mediático, léase chismografía. Jadeaba: “pon la Mega”. Efectivamente, en “Paparazzi”, el colmo en periodismo rosa, figuraba el egresado de Ohio State. No lo llamé. Pensé que era la opción más prudente. En una gran depuración, instalaban a Fernando del Rincón de presentador y acepté ser entrevistado. En el primer encuentro hablé sobre la visita a Estados Unidos de músicos residentes en la isla. En una segunda ocasión sobre el tema de las falsificaciones en el arte cubano. Villafaña no funciona como el corresponsal que con sonrisa y cara bonita se sale de cualquier entuerto. Tomaba en serio su reportaje, siempre lista su labor investigativa. Antes del intercambio en cámara sólo se coordinaba el orden de sus prioridades informativas. Se hacía la toma rápidamente para no perder espontaneidad. Nunca fue necesario relatar de nuevo los puntos esenciales de la nota como tantas veces he tenido que hacer con otros reporteros.

Que Allan Villafaña se quede como comentarista en un programa como el aberrado “Paparazzi” es indicio de cómo van las cosas en la televisión hispana. La MEGA se distingue por disparates como “Implicados”, traer a sus cámaras a Poncho de Anda (que no anda), a Bayly haciendo descarada propaganda a los Republicanos para ganarse “ratings” cubanos, a la seudoibérica Ana Remos, lamiendo botas a los parvenús miamenses. La MEGA permite a María Elvira Salazar, megalómana, sacar al aire malas palabras sin el sonido electrónico que requiere la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por su sigla en inglés).


“Paparazzi” sigue la línea de "Mr. Balsero", Alexis Valdés, en un tipo de espacio que copia lo más tóxico de la oferta norteamericana para llegar al populismo rentable. Los genios de programación y la gerencia son incapaces de ver más allá de sus narices. En su mundo hay dos opciones: o culebrones en lata o música, vulgaridad y cubanas contoneando sus caderas. ¿No existe creatividad dentro del mundo televisivo hispano?


Allan Villafaña tras discutir con Walter Mercado (¿será Carolina Herrera?) cómo se le “aspectan” (vocablo que no existe) las cosas a los faranduleros, merece hacer periodismo, pero periodismo de verdad. Que la MEGA lo mande a entrevistar a Al Sharpton, a seguirle los pasos al enfermizo anti-Hispano Lou Dobbs, a visitar algún Ayatolá en Irán, a sacarle alguna confesión al hijo de Muammar el Gadafi. Por su sensibilidad humana, Villafaña es el candidato idóneo para curtirse en el polvo de Africa, los campos de batalla de Afganistán, los barrios pobres de Iberoamérica, en la destrucción de Haití. Su madera como persona –el entronque profundamente cristiano de su madre y hermano- le mantendría el ponceño sencillo de sonrisa amplia. No estaríamos en presencia de una prima donna estilo Jorge Ramos.  Si se dieran los factores adecuados para su cambio de dirección ¿podríamos ser testigos del desarrollo de una versión en potencia del joven Dan Rather hispanohablante?

La miopía de los medios en español no explotan sus recursos ni exploran posibilidades. ¿Por qué no hay conversaciones con personas importantes angloparlantes? ¿Por qué no hay entrevistas donde se hacen preguntas desafiantes al interlocutor? Se desconoce el corte de corresponsal que investiga a fondo y denuncia. ¿En esta tradición subdesarrollada no puede existir un Sixty Minutes? Eso sería en CBS. Estamos hablando de MEGA y ni con cola se pega.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Usted debe seguir escribiendo sobre el tema de la pobreza de la prensa en español aquí en Estados Unidos. ¿Es todo cuestión de dinero? Leo su blog aunque tiene períodos de silencio.

Unknown dijo...

‎?Que critica el tio ese? ?La trayectoria de Allan o a la Mega? La trayectoria de Allan muestra que el sabe hacer de todo lo que los medios ofrece: informar, entretener, anunciar. La Mega tiene su tendencia derechista en sus programas informativos pero no se crea que la historia de la prensa americana nos muestre televisoras de centro izquierda o deizquierda. La prensa norteamericana siempre se ha impueso auto censura como ha denunciado Noan Chomsky. Los programas de entrenimiento con mas potencial de audiencia en Puerto Rico son los que presenta la Mega y en especial los de Villafana. Allan ha mostrado que el periodismo serio es uno de sus talentos y el entretenimiento es otro. Ese senor no conoce la historia de Davinci el cocinero.

Anónimo dijo...

Oiga, tío, Julio, lea, que Usted ni sabe escribir Noam Chomsky. ¿De qué habla, tío? ¡Ni sabe escribir el nombre del autor! Jodé. Y, oiga, jilipollas, no sabe que la prensa americana tiene canales como PBS que sí tiene programas de alta calidad? Vamos, tío, que Usted ni se entera. Y su lenguaje está como para ir a casa de socorros: dice “la prensa americana nos muestra televisoras”. Su lógica es como para llevarle al manicomio: ¿’los programas que más audiencia tienen en Puerto Rico’ (un país que va en picada) quiere decir que son los mejores? Mi problema con el artículo de Sánchez es que el autor parece conocer al tal Villafaña y es algo que puede parcializar su punto de vista. Lo que salva esto es que va balanceado: critica al Villafaña, a sus jefes en la Mega y al mismo tiempo realza sus posibilidades. Eso no está mal.

Nurys

Margarita dijo...

Me parece que Justo está utilizando el caso de Allan Villafaña para dirigir una crítica a los medios. Yo no quiero ser la más pesimista pero, Justo, el daño está hecho. No pienses que ya el público va a apreciar los buenos programas o buenos artículos. Cae en la realidad: a ti no te entienden. Tus críticas caen en oídos sordos. ¿No te das cuenta que aquí lo que da dinero como tú mismo dices es novela, chusmería y chisme? ¿Tú crees que los latinos van a sintonizar una BBC en español? ¿Estás loco? Piensa en el prototipo de Niurka Marcos. ¿La conoces? Eso es lo que gusta. Vive la realidad. No pienses que en la Mega Villafaña va a convertirse en Dan Rather. Ni lo sueñes.

Margarita C.

Anónimo dijo...

MiSeñor. Sus comentarios son muy acertados, muchas veces los periodista no tienen el mundo perfecto que profesionalmente desean. Un periodista de actualidad tiene que hacer de todo y a toda hora. El joven Alan tiene un gran conocimiento en el mundo de la farandula y lo recuerdo como un gran periodista de guerra que supo traer tranquilidad a muchos hogares hispanos que tenian soldados en el frente de batalla. Por favor no sea tan dura y deje que todos se ganen decentemente su salario. Muchas gracias esta colonmuna fue muy buena, no lo conocia a usted y sus credenciales.

Unknown dijo...

Siempre he criticado a los que hacen las criticas por las formas ortograficas pues no se trata de la forma sino del contenido. Creo que este critico describe una situacion que no tiene una frontera clara por tanto pues comprende preferencias, decisiones, y critica la oferta en espanol como si la norteamerican fuera de primera. El anonimo se olvida que en latino america algunas personas ven docutve. No critiques lo que no puedes cambiar. Los verbos inteligentes producen resultados; de lo contrario son actividades no acciones como el corregir la ortografia y no velar por la aplicacion del verbo. No use el verbo para ofender cuando puede decir que el trabajo de Villafana en sus nuevas circunstancias sigue siendo excelente.Y claro que si se le presenta la oportunidad de hacer periodismo serio lo seguiria haciendo como lo ha hecho en como corresponsal en Irak. Los programas de entretenimiento gustan en puerto rico no por ser un pais en decadencia sino por que son mejores que los que presentan las demas televisoras de pais para la gente no privilegiada que solo tiene programas como Papparazi para olvidarse de los problemas como los que pasan fuera de sus Manhanttanas ciudadelas. El blog de usted puede ser mejor pero vele por el discurso sin soluciones para no parecerse al debete de Chomsky y Foucault en Holanda en 1971. Lo de tio lo uso en broma pues soy boricua. Exito!

Anónimo dijo...

JJ ¿no te das cuenta que MEGA lo único que hace es mover fichas y botar gente? Villafaña está de nuevo con esa cirugía estética ambulante que se llama Frank Cairo. Por cierto, cirugía de garaje. ¿Decías que Dan Rather? Perdona que me sonría. Alza tu mirada y no te quedes estancado.