La Diputada María Corina Machado en la Asamblea Nacional
Se acabó la machanguería
Tras el exilio del intrépido maracucho Manuel Morales y a la luz de algunos contados valerosos que en tierra propia osan disentir, Venezuela ha presenciado el surgimiento de una mujer con la fuerza de Doña Bárbara, la ingeniera María Corina Machado. Su pasado se ha visto teñido por una penosa reunión con el imperio en la Casa Blanca del cowboy George W. Bush. Su acumen económico es cuestionable cuando se suscribe a las caducas teorías de von Hayek y von Mieses y contempla como alternativa la teoría económica thatcherista. En la actualidad se estudian las externalidades, la formación y comportamiento de oligopolios y monopolios predadores, sistemas de información imperfecta y la crisis financiera internacional. Así y todo, su intervención en la Asamblea Nacional el pasado 13 de enero fue emblemática del poder crítico de la mujer ante la corrupción y la mentira. María Corina Machado es la voz de una mujer indomable ante la pasividad que la rodea.
'Águila no caza moscas' pero una mosca hizo caer a Belorofonte del centauro Pegaso
Comienza Corina Machado su alocución contestataria como hembra, madre y voz que emana de la tierra. Su índice acusatorio delata la falta de alimento que aqueja a las venezolanas que velan por sus hijos, ante el desalojo como potestad patriarcal. Su ginocrítica se alza ante la actitud condescendiente y paternalista del que rehúsa el debate e intercambio porque “no tienes ranking”.¿Qué diferencia existe, parece indicar la Machado, entre la revolución bolivariana y las prácticas jerárquicas y excluyentes de la vieja oligarquía?
"Águila no caza moscas” espetó Hugo Chávez –machango jactancioso- a la Diputada Machado. Se cuenta que el guerrero Belerofonte llegó a la suma arrogancia. Quiso escalar al Monte Olimpo en bridas de Pegaso. Mandó Zeus una mosca a picar al centauro que al encabritarse hizo al jinete perder el equilibrio. Su caída le dejó ciego y maltrecho, vagabundo por la llanura Aleya. Hugo, que no sea María Corina la que te deje maltrecho y vagabundo en el llano del Orinoco.
Fue necesaria la intervención de la Guardia Nacional para proteger a la Machado de una turba manipulada por el poder establecido durante la celebración del Bicentenario. El pasado 13 de noviembre, las fuerzas del malandro prosiguieron su campaña de hostigamiento. Un vídeo transmitido por CNN muestra fuerzas chavistas encubiertas efectuando disparos contra el autobús de la candidata y su audiencia congregada en un mitin electoral. Venezuela al fin ha pasado del reinado de las “mises” (legado de Gustavo Cisneros y su lacayo Osmel Sousa) al liderazgo político de la mujer.
La Diputada María León (Aragua, PSUV), “tierrúa” caraqueña, autodenominada activista feminista, pidió sanciones contra su colega María Corina Machado por irrespeto al líder nacional. Ha de colocarse esta especie de cocodrilo venezolano en augusta compañía: la ex senadora colombiana Pilar “turbante” Córdoba, removida de su cargo por corrupción y alianza con las FARC y Hebe de Bonafini (antisemita, procastrista, proetarra, pro-FARC y pro-Bin Laden) acusada de malversación de fondos provenientes de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. El inflamado lenguaje Leonesco, lleno de piadosa indignación ante cualquier ofensa al proceso revolucionario, es tan risible y prehistórico como los “jingles” del certamen “Miss Venezuela”. Disfrazadas de feministas y progresistas, la Diputada León, Pilar Córdoba, Bonafini, Aleida Guevara-March y la espía peruana Vicky Peláez no son más que felatrices de los über-machos Castro y Chávez.
Vergüenza del feminismo hispanoamericano, felatrices de los übermachos: Pilar Córdoba, Hebe de Bonafini y Adelaida Guevara-March
Aunque tengamos que esperar ¡no pasarán! Lo demostró La Pasionaria con su regreso a España en 1977. ¡Ni pasarán ni seguirán mancillando con su mentira y fanfarronería machista! María Corina, María Lourdes Afiuni, jueza venezolana detenida por el poder ejecutivo, Yoani Sánchez, las Damas de Blanco, Yasmín Conyedo, Ivonne Galeano, Isabel Haydee Álvarez (estas tres prisioneras en Cuba), muestren que la mujer se coloca en valerosa posición dialéctica frente al poder falocéntrico. Si el whiskey y la cerveza, el miedo y la comodidad han amedrentado a machos muchos en su entorno, álcense ustedes escudadas por la paz, blandiendo la espada de la moral en la política.
2 comentarios:
Bien dicho, Justo
Sánchez: como le han dicho en más de una ocasión, usted tiene una pluma ponzoñosa y no tiene paz con nadie. Sus observaciones son muy buenas.
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