21 de enero de 2011

El liderazgo cetáceo del Partido Demócrata en Miami, causa de su fracaso


Ocupa mucho espacio “Gus” García
Cómo el Partido Demócrata es un fracaso en Miami


'Gus' García, "el vocinglero", en su hábitat, a gritos en el Versailles
(Como figura pública, es legal tomarle una foto)


Su llegada al restaurant Versailles se proclama con el preludio de su vulgar voceo. No sólo es gordo sino chabacano y alardoso. Digamos que "Gus" García es la antítesis del ideal Demócrata. Su desatino recuerda las antiguas maquinarias políticas de Boss Tweed y Tammany Hall. El currículo que publica muestra la trayectoria que le conecta a la industria farmacéutica, a una clínica, a la consultoría para zonas de cacería después de trabajar en agencias regulatorias. Hombre dado a la fraternidad y estudioso del mundo griego clásico, ha creado una organización con casi todas las letras: lambda, alfa, beta, épsilon, todas. Recomendamos rebautizar su empresa: beta omega, beta omega que se traduce “bobo”.  

"Gus" el vocinglero ha sido una presencia institucional –o al menos así se presenta- dentro de la Latinalia Demócrata floridana. Todo se explica al saber el origen de su condición: New Jersey pero lejos de Princeton. Con figuras como “Gus” García, Republicano disfrazado de Demócrata, los verdaderos Republicanos como Al Cárdenas y Armando Codina mantienen una voz más importante y mayor credibilidad. Para balancear la comedia, la Cubanalia Republicana produce arlequines como Paul Crespo.



Bipartidismo en lo grotesco: “Gus” el Demócrata y el bufón Paul Crespo, Republicano

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