19 de mayo de 2012

Valor de no tener "tumba'o"

Tuvo la pianista Zenaida Manfugás el valor de romper con los roles establecidos para las afrocubanas


Valor de no tener "tumba'o"



Murió. Murió en New Jersey. Murió en New Jersey una pianista cubana. Murió en New Jersey una pianista cubana negra condenada al anonimato. Tendría vida circunscrita a su comunidad exiliada. Falleció autoencadenada al repertorio criollo. Cuando ya el velo del silencio en los medios de comunicación superficiales y las redes sociales cubre a Zenaida Manfugás se impone la reflexión.

Toma la pluma o el pincel, se sienta a la banqueta frente al teclado un pasado y una forma de entender. Aquellos que marcan pautas en el arte o en el pensamiento se adentran en una estructura tradicional, la sondean y reedifican.  

Guantánamo y Baracoa, Cuba, vieron a Zenaida Manfugás desde niña integrarse a un canon musical. Bach, Beethoven y Mozart así como Aristóteles, Shakespeare, Miguel Ángel, Caravaggio y la Gentileschi en otros géneros ocupan posiciones cimeras en Occidente por lo que aportan a nuestra autocomprensión. Sus revelaciones, sus contribuciones  al debate sobre la condición humana no conocen épocas, modas ni idiomas. Pasarán el Benny y la Guillot, quedará Alejo Carpentier.


Cuba, país joven y mestizo, colonia española, norteamericana y soviética peca de nacionalismo extremo, compensación para su distrofia política. Son pocos (el período italiano de Gattorno, Julián del Casal, Dulce María Loynaz, los Once y el movimiento abstracto) los que fijan su vista más allá del litoral. Jorge Luis Borges, coloso literario, ubica muchas de sus Ficciones y otras de sus obras narrativas fuera de Buenos Aires o la geografía argentina. No sufre del enclaustro (monohabanista) que asfixia a Guillermo Cabrera Infante. Borges llega incluso como materia de estudio a la filosofía contemporánea.

Zenaida Manfugás, cronológicamente abre una corta pero distinguida línea de pianistas cubanos: Jorge Bolet, Horacio Gutiérrez y Santiago Rodríguez. La carrera del chapucero boxeador Jorge Luis Prats ha tenido momentos lúcidos intermitentes a nivel internacional.

Nos deja una colección de chispeantes anécdotas. ¿Cómo sería su encuentro con Ho Chi Minh? ¿Cómo serían los pormenores en la intervención que hizo el Che Guevara para descartar un plan de actividades culturales donde figuraba Zenaida? ¡Ciego y burro que no supo -como los soviéticos con Emil Gilels- utilizar al máximo la alta cultura al servicio de la revolución! ¿Cómo serían sus contados recitales campestres para los trabajadores “voluntarios”? La vida de Zenaida Manfugás la llevó de su Cuba natal a España donde estudió y regresaría exiliada antes de asentarse permanentemente en Estados Unidos. Mozart, Beethoven y Grieg fueron grandes presencias en su vida artística temprana. Tenía un gran toque y razonamiento textual beethovenianos. Niña de siete años causó impacto con su lectura del Concierto #1 para piano y orquesta en Do mayor, Opus 15, del propio compositor alemán. Es ese adiestramiento que la marca por vida. Atrevimiento ya que una afrocubana tocara piano, la condenaron al repertorio criollo. No pudo desarrollar ni sutileza ni esa voz noble que caracterizara al chileno Claudio Arrau o que se admira en Nelson Freire, el Arturo Rubenstein brasileño.    

Coincide la Manfugás en Nueva York con Leontyne Price y Martina Arroyo que arañan las arenas del desierto en búsqueda de un oasis. Dentro de una maquinaria cultural predispuesta contra un exiliado de Cuba, para muchos Meca, ser negro sella la maldición. Jessye Norman, norteamericana y clase media, puede regresar a Estados Unidos sólo con carrera legendaria en Alemania y el Reino Unido. Es entonces que los sellos discográficos y factorías de artistas clásicos la toman en serio.

Allí está Zenaida, rodeada de jóvenes en el Gusman Hall de la Universidad de Miami. Acomete como una quinceañera la Fantasía Húngara para piano y orquesta. Y ¿cómo es posible? De los dedos delgados de una dama de edad ¿cómo salen esos chorros de color? ¿Cómo es que la recuerdan por la música de salón de compositores menores? ¿Cómo colocan en las redes sociales y exaltan en El Nuevo Herald los danzones cubanos y la cursilería lecuoniana? ¿Cómo pueden resaltar en la pianista una oferta tan sentimentaloide y exagerada? ¿Cómo pueden ser los cubanos tan narcisistas? Earl Wilde llamaría este repertorio “bombones”, nunca plato fuerte.  

Su patriotismo fue su falta trágica. Miami la condenó. Viviendo en las dos riberas del exilio cubano, la pianista no extendió sus alas para volar a tierras más acogedoras. Sería Néstor Rodríguez, afiliado profesionalmente a un distinguido colegio jesuita, quien tomara en serio la trayectoria clásica de Zenaida y le brindara oportunidades en la universidad y otros foros. Irónico que un jesuita hizo posible la beca que llevó a la entonces estudiante al Conservatorio de Madrid. Tuvo la pianista siempre mecenas y amigos, médicos que la atendían, Juan Manuel Salvat de la Librería Universal, los griegos del Chateaubleau y siempre su fiel amigo Don Horacio Aguirre, impoluto periodista y hombre de impecable gentileza

Fue su lucha romper con los patrones impuestos por Celia Cruz y la Lupe. La miopía del Che Guevara le impidió apreciar la carga subversiva de Zenaida Manfugás. Más que Alicia Alonso, producto de la burguesa María Teresa García Montes y el American Ballet Theatre, institución yanqui, Zenaida, negra guantanamera, era la antítesis de la oligarquía cubana. Su figura desarmaba la visión racista capitalista de la negra antillana como guarachera, salsera, bolerista o cantante de “feelin’”. Escucharla en la Fantasía para piano, orquesta y coro en Do menor, Op. 80 de Beethoven fue un acto de rebelión, reafirmación y validación.  La Manfugás se alzaba gigante por sobre “La negra tiene tumba’o”. No tuvo “tumba’o” porque tuvo valor, imaginación, musicalidad y el brío para romper fronteras. De audacia se trata en la música. Zenaida, generosa, si como a Bolet, a Horacio Gutiérrez y a Rodríguez, se le hubiera otorgado libertad, sería más del mundo y menos del exilio.



1 comentario:

Unknown dijo...

Muy bello tu post!!!